Les copio debajo el editorial de El Comercio (último sábado). Se
pronuncia en contra de que los exportadores no tradicionales puedan
pagar sus impuestos con dólares (u otra moneda que ellos reciben al
exportar) con el argumento de que si se les permitiera trasladarían el
riesgo cambiario dólar – sol al Estado. Es decir, están a favor de que
el exportador tenga que cambiar sus dólares a soles y con estos pague
sus impuestos. ¿Y a quien venden los dólares por soles? Pues a los
operadores del mercado de cambios queson predominantemente los bancos.
El caso es que el BCR, en los últimos años, ha sido comprador neto de
dólares, a una tasa de unos 12 mil millones anuales. La hace para
prevenir una apreciación más rápida del sol y esterilizar parte de la
bonanza del boom de los minerales. ¿Y a quien compra el BCR los dólares?
Pues mayormente a los bancos.
Si la SUNAT permitiera a los exportadores no tradicionales pagar los
impuestos con moneda extranjera – que serian unos 3 mil millones de
dólares anuales - el Tesoro Público los vendería por soles al BCR , con
lo que el ente emisor solo tendría que salir al mercado a comprar ya no
12 mil , sino solo 9 mil millones de dólares. Y así contentos
exportadores, Tesoro y BCR.
Pregunto: ¿Por qué forzar a los exportadores a vender los dólares-para-
impuestos a los bancos para que éstos acaben vendiendo esos mismos
dólares al BCR? ¿Por qué crear una estación de más si se puede llegar
al mismo destino con un recorrido más corto?
Sobre todo porque esa nueva estación les cuesta a los exportadores un
peaje de no menos que 1% en comisiones (el tipo de cambio a la compra de
ME es menor al promedio) . Sobre 3 mil millones, el 1% son 30
millones de dólares anuales.
¿A cuento de que tienen que darle 30 millones de dólares los
exportadores a los bancos , si la misma transacción se puede hacer
gratis?
El argumento del editorial de El Comercio está mal dirigido y mal
planteado. Lo que en realidad debería de plantear es la conveniencia o
inconveniencia de que el BCR acumule reservas mediante la compra de
dólares. Si se decide que los” beneficios” macroeconómicos de acumular
reservas exceden el “costo” en traslación del riesgo cambiario, de que
habla El Comercio , entonces ¿Por qué no permitir a los exportadores
que suministren directamente una parte de dichas reservas vía pago de
impuestos ? ¿Por qué forzar a los exportadores a pagar un peaje a los
bancos de 30 millones de dólares anuales, para que sean los bancos los
que vendan al BCR las divisas que generaron los exportadores? No tiene
sentido hacerlo.
Las comisiones compra–venta de divisas proceden cuando los bancos
intermedian entre vendedores privados de divisas (exportadores y otros )
y compradores de éstas ( importadores y otros ). No en el caso
planteado aquí .
Volviendo a la argumentación de El Comercio. Sin duda el que el BCR
acumule reservas traslada riesgo cambiario que quien vende divisa hacia
el Estado (personificado aquí por el BCR) . Pero no hacerlo desataría
una apreciación brutal del tipo de cambio que quebraría a gran parte del
sector exportador no tradicional. El tema de fondo es que el fenomenal
crecimiento de las exportaciones del sector minero lleva a un dólar
muy barato .El BCR acumula reservas para ahorrar una parte de esa renta
minera “no renovable” y, al hacerlo, impede un colapso del dólar . Es
decir la hacer para limitar los efectos de la llamada “enfermedad
holandesa”
Es ciento que el riesgo cambiario trasladado al BCR se traduce en una
pérdida cambiaria con la apreciación del sol. Pero en el caso del Peru
dicha pérdida se absorbe con creces mediante el rendimiento de las
reservas internacionales y el señoreaje por emisión de soles.
Cita el Editorial un artículo del economista Iván Rivera, por quien
tengo el mayor respeto y afecto, y con cuyos planteamiento estoy
normalmente en acuerdo. No así en esta ocasión.
Me parece un error que la SUNAT no permita pagar a los exportadores no
tradicionales sus impuestos en moneda extranjera. Con ello les está
orillando, a un muy valuleado sector, a pagar una sobretasa indebida y
espuria , de no menos de 30 millones de dólares, a los bancos. ¿No se
les permite a los constructores pagar impuestos con obra pública con
menos argumentos ? Entonces.
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Editorial de El Comercio ( sábado 3 de noviembre , 2012 )
¿Exportando riesgos?
Pagar impuestos en dólares permitiría que algunos empresarios trasladen el riesgo de su negocio al Estado
Hace unos días, la bancada de Concertación Parlamentaria presentó un
proyecto de ley, de autoría de la congresista Luciana León, que busca
que las empresas que exportan productos no tradicionales puedan pagar
con dólares sus impuestos a la Sunat. Esta opción de pago, que fue
eliminada de nuestra legislación en el 2003, beneficiaría según los
autores de la iniciativa a 10.158 negocios que se estima pagarían
impuestos por alrededor de US$3 mil millones.
La razón por la que se planteó esta propuesta es que en los últimos 12
meses la cotización del dólar ha bajado en 5,7% y, de mantenerse este
escenario, al momento de tener que cancelar sus impuestos dichos
empresarios sufrirán una pérdida, ya que necesitarán más dólares para
comprar soles con la finalidad de pagar a la Sunat. Así, si se aprobara
este proyecto que permite cancelar tributos con la moneda
estadounidense, se protegería a los exportadores del riesgo de la caída
del tipo de cambio.
A primera vista, esta podría parecer una buena idea. Después de todo,
reduciría un importante riesgo que enfrentan los exportadores y volvería
más seguros sus negocios. El problema, sin embargo, es el que señaló
nuestro columnista Iván Alonso en su artículo del jueves pasado: con
esta medida el riesgo no desaparece, sino que simplemente se traslada al
Estado (es decir, al resto de peruanos). Y es que si el gobierno acepta
los pagos en dólares, llenará sus arcas con una moneda que viene
perdiendo valor y será él quien tendrá que asumir la pérdida
correspondiente en el momento en el que cambie los dólares a soles para
cumplir sus propias obligaciones. Como dijimos en un editorial anterior,
esto es como no darse cuenta de que para tapar un hueco siempre hay que
traer tierra de otro lugar y eso, finalmente, solo implica mover el
hueco de sitio.
Por eso, la pregunta no es si el riesgo se eliminará sino, más bien,
¿quién debería asumir el riesgo que supone el tipo de cambio, los
exportadores o el Estado? Como señaló Alonso, lo natural sería que lo
asuman los empresarios. A fin de cuentas, si ellos se llevan todas las
ganancias cuando el tipo de cambio los favorece y aumenta sus
utilidades, ¿por qué tendríamos el resto de peruanos que asumir las
pérdidas cuando el tipo de cambio los perjudica? Las leyes que pretenden
que las ganancias de un negocio sean privadas y las pérdidas
socializadas son, después de todo, tan injustas como las que plantean lo
contrario.
Pero no se trata solo de un tema de justicia. Además, si este riesgo es
asumido por los empresarios, se vuelve más fácil reducirlo. En primer
lugar, porque quien puede tomar más medidas para controlar un riesgo es
quien realiza la actividad riesgosa. Imaginemos, por ejemplo, alguien
que maneja una motocicleta. Al ser él quien tiene mayor control sobre la
actividad, es también quien se encuentra en la mejor situación para
tomar precauciones, como quizás no ir muy rápido, verificar los frenos,
usar casco o respetar los semáforos. Algo parecido ocurre con los
inversionistas. Ellos pueden controlar el riesgo del tipo de cambio
mejor que el gobierno, pues pueden escoger plazas de venta donde les
paguen con monedas más fuertes, diversificar sus inversiones en otros
negocios más seguros a los que no afecte el tipo de cambio, contratar
utilizando herramientas como derivados cambiarios, entre otras opciones
que pueden lograr reducir el mencionado riesgo. Y no nos olvidemos, por
supuesto, que ellos tienen mejores incentivos que los burócratas para
minimizar riesgos, pues los primeros, a diferencia de los segundos,
tienen en juego su propio dinero y no dinero ajeno.
Afortunadamente, el ministro de Economía es bastante consciente de esta
situación, pues la semana pasada se pronunció en contra de la propuesta
precisando que no considera que sea una buena política de uso de los
fondos públicos. Ojalá y el señor Castilla pueda contagiar su sensatez
al Congreso. De lo contrario, los exportadores podrían terminar
exportando injustamente las pérdidas de sus negocios al resto de
peruanos.
Fuente:Semana Económica (Blog)
viernes, 16 de noviembre de 2012
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