El presidente de la Asociación de Exportadores
(Adex), Juan Varilias, aseguró que el Gobierno puede implementar el pago
de impuestos en dólares sin tener que asumir el riesgo cambiario,
puesto que la recaudación en moneda estadounidense podría ser empleada
en diversos gastos.
Refirió que los gastos del Poder Ejecutivo en
dólares suman diez veces más que el monto que podría recaudar de los
exportadores, si es que se acepta la propuesta, y que el riesgo
cambiario solo existiría si tuviera la necesidad de vender la moneda
extranjera en el sistema bancario.
“Solo es cuestión de manejar una caja en dólares
para derivar los impuestos de los exportadores a la atención de las
obligaciones en dólares”, afirmó Varilias durante su presentación ante
la Comisión de Comercio Exterior y Turismo del Congreso de la República.
Luego de recordar que las compras netas de dólares
por parte del Tesoro Público superaron los 2,900 millones de dólares,
diez veces más que los impuestos que recaudaría de los exportadores,
Varilias señaló que se podría considerar la opción de que el Gobierno
efectúe las devoluciones del Impuesto General a las Ventas (IGV) y del
Drawback en dólares para evitar que el Estado se vea expuesto al riesgo
cambiario.
Igualmente, sostuvo que la posición de que el sector
privado asuma su propio riesgo cambiario solo constituye una salida
teórica, puesto que el mercado no ofrece soluciones de cobertura real
para los exportadores.
“El mercado actual de forwards es dominado por
bancos que manejan mayor información que los exportadores y que tienen
capacidad para influir en las expectativas y en el valor del tipo de
cambio futuro, por lo tanto, es imposible cubrirse del riesgo
cambiario”, acotó.
Varilias refirió que pagar los impuestos en dólares,
que es la moneda que reciben los exportadores, es el camino más obvio y
eficiente pues evitaría un costo por el diferencial cambiario que no
tiene razón de ser.
Estimó también que esa propuesta tendrá un impacto
social significativo, puesto que las micro y pequeñas empresas (mypes)
no siempre recurren al sistema bancario para realizar sus operaciones
por lo que enfrentan una diferencia cambiaria más alta.
Mencionó que ese contexto genera dificultades para
encontrar agentes económicos interesados en apostar por una devaluación
del sol y que estén dispuestos a hacer compras a futuro a un tipo de
cambio más alto. “Eso significa una enorme pérdida de competitividad
para los exportadores”, apuntó.
Fuente: DIARIO GESTIÓN
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