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Los jóvenes tenemos el derecho y la obligación de ser los protagonistas del desarrollo político y social de nuestro país. Merecemos las oportunidades y solo con esfuerzo, dedicación, esperanza y optimismo, lograremos alcanzar nuestras metas y el anhelo de un Perú mejor.

martes, 17 de marzo de 2009

SEGURIDAD VIAL

LOS JÓVENES SON LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS DE LOS ACCIDENTES VIALES
Por: Luciana León Romero, congresista de la República

Por su dimensión y fatal incidencia en la población, los accidentes viales deben ser considerados como un problema nacional de seguridad y salud pública, más aún si la tercera parte de las víctimas son jóvenes menores de 29 años.

No es posible que por la falta de una reforma del marco normativo del transporte urbano e interprovincial, nuestro país en el 2008 haya registrado nada menos que 875 muertos y 5,307 heridos, suma casi similar presentada en el 2007, donde hubieron 859 víctimas fatales y 5,466 heridos, producto de accidentes por el exceso de velocidad, la imprudencia del conductor o del peatón y choferes en estado etílico, según información de la Policía Nacional.

Estas alarmantes cifras no han cedido pese a la preocupación del gobierno a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones y su Plan de Tolerancia Cero, los Comités Regionales de Seguridad Vial (que no funcionan por falta de presupuesto, pese a que se ha recomendado a los gobiernos regionales que utilicen los recursos del canon) y su lucha por fortalecer el control de las empresas de transportes y el cumplimiento de las reglas de tránsito. No olvidemos que debido a la presión pública y mediática no prosperó la iniciativa gubernamental de mejorar el control de los conductores condicionando la entrega de las licencias de conducir por estudios escolares concluidos

El 32,76% de los accidentes producidos en nuestro medio se deben al exceso de velocidad, el 28% a la imprudencia del conductor, el 11,86% a la imprudencia del peatón, el 10,97% a la ebriedad del conductor y el 3,24% a una falla mecánica u otras causas. Esto ha originado que la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito en el Perú sea una de las más altas del mundo a pesar de que su parque automotor es uno de los más reducidos: 50 vehículos por mil habitantes.
En noviembre del 2006, a pocos meses de asumir el cargo de congresista, presenté dos proyectos de ley: el Nº 165/2006-CR, sobre Seguridad Vial y el Nº 197/2006-CR sobre la Promoción del Transporte Terrestre, que otorga un rol regulador y fiscalizador al Estado en el sector, pero tres años después, increíblemente, aún no son aprobados en el Congreso. Asimismo, presenté el proyecto 2623/2008 -CR para crear el Organismo Supervisor de los Servicios Públicos de Transporte Terrestre- SUTRANSPORTE, con el fin de fortalecer la capacidad de control y fiscalización, pero aún no se aprueba pese a la importancia del tema, mientras las pistas siguen tiñéndose de sangre y enlutando miles de hogares, ocasionando aproximadamente un millón de dólares de pérdidas anuales al Estado.

En Madrid (España) hace unos días participé en un encuentro sobre seguridad vial, donde la mayor preocupación fueron los jóvenes y en el que, analizando el problema a nivel iberoamericano, se arribaron a las siguientes conclusiones:

Debe implementarse un observatorio único que contenga toda la data de siniestralidad de los países iberoamericanos.
Debemos compartir experiencias y buenas lecciones.
Hay que crear una asociación de victimas iberoamericanas.
La seguridad vial debe ser vista como una política de estado con participación de todas las instancias de gobierno.
Es necesario un cambio de actitud (En España ha disminuido en 40% la siniestralidad en los últimos cinco anos pese al aumento significativo de su parque automotor).
Debe crearse una Procuraduría con facultad sancionadora.
Es imprescindible incorporar en las escuelas primarias la materia de seguridad vial y creando conciencia en educación vial.

En nuestro país tendríamos que asignar un mayor presupuesto para el Consejo Nacional de Seguridad Vial, lo que permitirá implementar una campaña nacional de prevención y educación vial, y una mejor fiscalización del cumplimiento de las normas de tránsito.

La seguridad vial es un tema preocupante en el mundo y atañe a todos: gobierno central, regional y local, así como a las empresas de transporte, las aseguradoras y la ciudadanía en general, por lo que debemos tomar acción sin demora alguna, y más aún si los afectados en su mayoría son los jóvenes.

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